Guía práctica para invertir

A la hora de elegir en qué invertir las dos variables más importantes a tener en cuenta son las volatilidad y el rendimiento. La volatilidad de un instrumento es la rapidez con la que se mueve, es decir sube y baja de precio. Esto nos indica que cuando la herramienta de inversión se mueve mucho de precio, la volatilidad que tiene es alta. En segundo lugar, el rendimiento nos muestra la ganancia o la pérdida que viene teniendo acumulando el activo.

Teniendo en cuenta estos dos conceptos, podemos dividir y seleccionar los activos de la siguiente manera:

• Mucha volatilidad y poco rendimiento: No sirve, es asumir mucho riesgo sin sentido.
• Mucha volatilidad y mucho rendimiento: Se puede asumir el riesgo esperando sacar parte de ese buen rendimiento, pero el riesgo que se asume es alto.
• Volatilidad moderada y mucho rendimiento: Es una empresa ideal para el mediano y largo plazo
• Poca volatilidad y rendimientos moderados: Son los instrumentos ideales para ir re balanceando la cartera de inversiones y tenerlos siempre en cuenta.
• Poca volatilidad y mucho rendimiento: No existe. Las empresas que generan mejores rendimientos requieren que se asuma un costo de riesgo alto.

Lo importante de esta clasificación es entender el riesgo que uno asume a la hora de invertir en cada instrumento.